El océano es algo que despierta emociones fuertes en muchas personas. Para algunos, representa belleza, libertad y aventura. Para otros, el océano evoca sentimientos de ansiedad, pánico e incluso terror. Estas personas sufren de talasofobia, el miedo patológico al mar u océano.
¿Qué es la talasofobia?
La talasofobia es una fobia específica que forma parte de un grupo más amplio de fobias relacionadas con el agua llamadas hidrofobias. La talasofobia va más allá de un temor saludable o respeto por el poder del océano. Es un miedo irracional e intenso que puede provocar terror e interferencia en la vida diaria.
Síntomas de la talasofobia
Los que padecen de talasofobia experimentan ansiedad extrema en una variedad de situaciones relacionadas con el mar, tales como:
- Estar cerca del océano o en la playa
- Mirar imágenes del océano, especialmente durante una tormenta
- Estar en un bote, ferry o crucero
- Nadar o estar en aguas profundas
- Comer pescado o mariscos
- Ver películas sobre el océano o desastres marinos
- Oír sonidos como las olas rompiendo
Los síntomas físicos del miedo pueden incluir náuseas, mareos, temblores, palpitaciones, falta de aliento y sensación de ahogo. El miedo extremo puede provocar ataques de pánico con pensamientos catastróficos como el temor a ahogarse o ser comido por un tiburón. Las personas con talasofobia a menudo evitan totalmente las playas, costas y viajes en barco.
¿Cuáles son las causas de la talasofobia?
Como muchas fobias específicas, la talasofobia suele originarse a partir de una experiencia traumática relacionada con el océano, o el agua en general. Por ejemplo haber sufrido ahogamientos en el mar o en una piscina, presenciar un accidente marino, marearte cuando estás en un barco, ver imágenes de tsunamis o problemas en el mar, incluso si has sufrido un accidente con un animal marino, pueden ser alguno de los desencadenantes.
Otras causas pueden ser la transmisión de los temores de los padres, haber sufrido un evento estresante no relacionado con el agua, o tormentos como ser arrojado al agua en contra de la voluntad, hace que arrastremos traumas al mar en general y nuestros recuerdos son negativos hacia el agua.
Incluso si tus sentidos muestran un rechazo a cualquier entorno del agua, si tienes aversión a la sensación de la arena en tus pies, el olor de la sal o el sonido de las olas romper en la playa y esto causa ansiedad.
Recuerda que la talasofobia puede ser única para cada individuo y las causas pueden variar ampliamente. En algunos casos, puede ser una combinación de varios de estos factores lo que contribuye a esta fobia al mar.
Tratamientos para la talasofobia
La buena noticia es que varios tratamientos psicológicos han demostrado ser muy eficaces para superar fobias específicas como la talasofobia:
Terapia de exposición
Este enfoque gradualmente expone al paciente a situaciones temidas mientras se practican técnicas para reducir la ansiedad. Por ejemplo, primero se muestran imágenes del océano, luego se visita la playa, después se entra al agua poco profunda, y finalmente nada en aguas profundas. La terapia de exposición enseña a la mente a desvincular el estímulo temido (el océano) de la respuesta de miedo.
Desensibilización sistemática
Similar a la exposición, pero el paciente primero aprende técnicas de relajación para inducir un estado de calma. Luego se imaginan las situaciones temidas mientras mantienen la relajación, disociando la ansiedad del estímulo.
Terapia cognitivo-conductual (TCC)
Ayuda a identificar y cambiar pensamientos y creencias negativas sobre el peligro del océano. La TCC también enseña formas saludables de afrontar el miedo y la ansiedad.
La talasofobia es un miedo muy real y debilitante para quienes la padecen, pero varios tratamientos psicológicos han demostrado poder ayudar a superar este temor al entorno marino. Con terapia realizada por profesionales expertos en fobias, medicamentos si es necesario, y el deseo de superar el miedo, es posible aprender a disfrutar del océano nuevamente. El mar en realidad puede ser una fuente de tranquilidad en vez de terror.
Desirée Infante es experta en psicología infantil, TOCs y neuropsicología. Lleva varios años desarrollando la atención sanitaria y ayudando a las familias a mejorar su salud mental.
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