Cuando hablamos de trastornos alimenticios siempre nos viene a la mente la anorexia o bulimia, pero, ¿conoces la vigorexia? Se trata de un trastorno dismórfico corporal que afecta a alrededor de 20.000 personas. Los trastornos dismórficos corporales son enfermedades relacionadas con el físico de la propia persona en las que el paciente cree que tiene un aspecto físico feo y se obsesionan con lo que ellos creen que son defectos.
Éste problema dismórfico corporal llamado vigorexia ha aumentado en los últimos años y es por eso, por lo que merece una atención psicológica adecuada a su trastorno alimenticio.
¿Qué es la vigorexia? Definición y significado
La definición de la vigorexia o distrofia muscular se entiende como un trastorno alimenticio que se caracteriza por la obsesión de conseguir un cuerpo musculoso. Esta afección la presentan principalmente hombres de entre 18 y 35 años.
Aquellas personas que sufren de ésta alteración de la musculatura tienden a consumir muchas proteínas y carbohidratos frente a una cantidad muy reducida de grasa, llegando en ocasiones a la ingesta de otras sustancias, como los esteroides anabolizantes. Esto puede dar lugar a trastornos metabólicos mientras buscan una ganancia de músculo de forma acelerada.
El significado de la vigorexia puede deducir como un problema psicológico como hemos dicho anteriormente, con esa obsesión por ganar masa muscular de forma enfermiza y por encima de cualquier obstáculo. Otro de los nombres que reciben éste trastorno dismórfico es la de anorexia inversa.
La adolescencia es una etapa en la que es fácil desarrollar algún tipo de trastorno o problema como la vigorexia, por esto es importante estar atentos a los trastornos alimenticios en la adolescencia.
Principales síntomas de la vigorexia
Pero, ¿cómo sé si padezco vigorexia? Este trastorno alimenticio podemos verlo reflejado ante la presencia de los siguientes síntomas:
- Obsesión por el entrenamiento, dejando de lado otros aspectos de la vida, como el ámbito social o laboral.
- Preocupación desorbitada por seguir una dieta bastante estricta.
- Comparación de su cuerpo con el de otras personas.
- Estrés por saltarse un entrenamiento o no cumplir la dieta correctamente.
- Preocupación extrema por su cuerpo, analizando diariamente su peso, músculos, etc..
- Tendencia a mirarse compulsivamente en espejos.
Diferencias entre ortorexia y vigorexia
Aunque a veces podemos confundir entre dos patologías y en este caso debemos saber la diferencia de la ortorexia y la vigorexia, porque no se trata del mismo trastorno.
La vigorexia como hemos explicado anteriormente mantienen una obsesión con aquella comida que les haga cumplir sus retos físicos, dándole más importancia al físico que a lo saludable de su dieta, por esto muchas veces lleva al consumo de drogas que les ayude a conseguir sus objetivos, mientras que la ortorexia se identifica por una preocupación excesiva por consumir únicamente productos sanos.
Queremos aclarar que una alimentación saludable es recomendable, siempre y cuando no llegue a convertirse en una obsesión. Las personas que sufren ortorexia pueden llegar a excluir de su dieta las grasas o la carne, lo que puede acabar causando carencias nutricionales.
Sin embargo, las personas que sufren este trastorno mantienen una obsesión con aquella comida que les haga cumplir sus retos físicos, dándole más importancia al físico que a lo saludable de su dieta, por esto muchas veces lleva al consumo de drogas que les ayude a conseguir sus objetivos.
Causas de la vigorexia
Como ocurre con muchos trastornos alimenticios, las causas de la vigorexia, aunque no existe un problema conciso, suelen surgir de las convicciones sociales, la búsqueda del llamado “cuerpo perfecto” con el que pueden convertirse en una obsesión que desencadene un trastorno en la persona y sobre todo alimenticio.
Aunque este trastorno se presente principalmente en chicos, no son pocas las mujeres que también se enfrentan a este problema, de ésta manera es porque no debemos olvidarnos de ellas. No existen estadísticas médicas de la anorexia inversa en España, pero diversos estudios indican que el porcentaje de vigorexia en hombres es el 70% y en mujeres del 30%.
Factores como el acoso escolar (bullying) o baja autoestima, aumentan las posibilidades de padecer este tipo de trastorno. Por ello, es importante ha mantener una buena salud mental, tratando el tema de raíz con un psicólogo profesional.
Por otra parte, destacar que aquellas personas que sufren personalidad obsesiva compulsiva o problemas emocionales en sus relaciones personales y profesionales, son más propensas a desarrollar éste problema.
Cómo prevenir la vigorexia
A continuación te dejamos tres recomendaciones que pueden ayudar a la prevención de la vigorexia:
- Llevar a cabo una dieta variada y equilibrada, que incluya todo tipo de alimentos y no se centre en cumplir objetivos desmesurados.
- Cuidar las relaciones personales y laborales, y en caso de tener problemas acudir a un psicólogo.
- El entorno es una parte muy importante, ya que serán los primeros en observar comportamientos negativos como modificación de la dieta, obsesión por el cuerpo o quejas constantes sobre el mismo. Ante estos síntomas lo mejor es intervenir y buscar ayuda de un profesional.
Consecuencias que tiene la vigorexia
Las consecuencias de este trastorno alimenticio pueden ser tanto psicológicas como físicas, y este caso no es diferente. En el aspecto mental, la continua insatisfacción con su cuerpo y las grandes exigencias del día a día acaban con una autoestima muy pobre, aislándose del resto de personas, y con una obsesión compulsiva por conseguir el cuerpo que desean, aunque nunca creerán conseguirlo.
En cuanto a los problemas físicos que desencadena la vigorexia, debido a su alimentación y conducta física, dan lugar a lesiones crónicas, junto al consumo de sustancias como los esteroides y los anabolizantes pueden llegar a desembocar en enfermedades renales, problemas cardíacos y vasculares.
Pero ¿cómo afecta este trastorno a hombre y mujeres? En el caso de los chicos puede causar disfunción eréctil, atrofia testicular, reducción en la producción de espermatozoides o cáncer de próstata. Mientras que en el caso de las mujeres puede provocar cambios en la menstruación, además de todas las consecuencias comunes a ambos.
Diagnóstico de la anorexia inversa
El diagnóstico comienza con examinar si el paciente sufre algún tipo de carencia alimenticia, ya que es el principal componente a corregir una vez iniciado el tratamiento. Se debe comprobar si se consume algún tipo de sustancia para conseguir los objetivos propuestos, además de realizarle un análisis sobre su visión de sí mismo junto a un examen de su dieta y ejercicio físico llevado a cabo, frecuencia e intensidad del ejercicio.
Tratamiento nutricional y psicológico
El tratamiento de la vigorexia empieza por el componente nutricional, las personas que sufren distrofia muscular suelen llevar a cabo una dieta basada en alimentos con alto contenido proteico y carbohidratos, frente a un bajo contenido en grasas. Además, es conveniente alejarse de los batidos proteicos, esteroides y otras sustancias. Ante un caso de trastorno alimenticio siempre hay que ponerse en contacto con un profesional y que nos acompañe durante el proceso.
Desde Psicóloga Desireé Infante, esperamos que si estaba buscando solución para este problema te haya quedado bastante más claro acerca de este trastorno alimenticio.
Desirée Infante es experta en psicología infantil, TOCs y neuropsicología. Lleva varios años desarrollando la atención sanitaria y ayudando a las familias a mejorar su salud mental.
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